El Derecho Administrativo se ofrece como una mole pavorosa de principios y normas, sometida a incesante cambio y expansión. Sufre el impacto de la globalización, del derecho europeo, de las nuevas tecnologías y la influencia de los mercados, así como el fruto de la autonomías políticas y administrativas, en un contexto donde crecen las demandas sociales y se amplían los espacios de exigencia de intervención pública.
El resultado es un contexto jurídico-público de perfiles deshumanizados y lastrado de dogmatismo, en que el legislador gruñe a todo lo que se mueve, el ejecutivo muerde más que protege, y la jurisprudencia ladra más que muerde.
Esa sombría percepción del autor, resultado de su experiencia como magistrado, funcionario y académico, le lleva a asumir el reto de descifrar el sentido y utilidad del derecho administrativo, así como exponer las puertas de la sensibilidad ética.
El sentido de la disciplina es trino: servicio al interés general, garantía ética y de valores, y para su efectividad, control de su cumplimiento. Su salvaguarda impone nuevos paradigmas que devuelvan al derecho administrativo su majestuoso brillo: el buen gobierno, la buena administración y la buena jurisdicción.
En paralelo, funcionarios y jueces deben extraer el máximo fruto de los estrechos portillos a la sensibilidad en la disciplina, consistentes en los institutos de la buena fe, los actos propios, el abuso de derecho, el principio de proporcionalidad, la equidad o la desviación de poder, así como la lealtad procesal, válvulas de humanidad que son analizadas por el autor con su huella jurisprudencial y su real potencialidad al servicio de la justicia.
Prólogo
Abreviaturas
Presentación
PARTE PRIMERA. Sentido del Derecho Administrativo
1. Repensar el Derecho Administrativo
1.1. Contexto complejo, cambiante y expansivo
1.2. Los retos para un administrativista comprometido
2. Triple sentido
2.1. Sentido de servicio
2.2. Sentido humanizado y ético
2.3. Sentido de control
2.4. Conclusiones
PARTE SEGUNDA. Sensibilidad del Derecho Administrativo
1. La buena fe
1.1. El primigenio principio general de derecho
1.2. La buena fe como canon de actuación de la administración pública
1.3. La buena fe como defensa frente al riesgo del poder público desorbitado
1.4. La buena fe como fuente de derechos o intereses
1.5. La buena fe de los empleados públicos individualmente considerados
1.6. La buena fe en los particulares
1.7. La prueba de la buena fe
2. La doctrina de los actos propios
2.1. Respeto a los actos propios: regla invisible pero tangible
2.2. Conducta de la administración que la vincula
2.3. Conducta del particular que le vincula
3. El abuso de derecho
3.1. Perfil jurídico de un instituto proteico
3.2. Visión sectorial del abuso de derecho en las relaciones jurídico-administrativas
3.3. La prueba del abuso de derecho
4. El principio de proporcionalidad
4.1. Un principio vaporosamente asentado
4.2. Principio entreverado en la legislación administrativa
4.3. Manifestaciones sectoriales relevantes
4.4. Vertiente procesal
5. La equidad
5.1. Recepción constitucional y legal: extensión y límites
5.2. La equidad como principio de organización
5.3. La equidad como garantía
5.4. La equidad como herramienta de justicia administrativa
6. La desviación de poder
6.1. La desviación de poder al salón
6.2. Recepción jurídica
6.3. Caballos de Troya
6.4. Vino nuevo en odres viejos
7. La malicia procesal
7.1. El abuso de derecho procesal
7.2. Utilización perversa del proceso
7.3. Rectitud de la actividad intraprocesal
7.4. Lealtad procesal específica de lo contencioso-administrativo: sorpresas, las justas
7.5. Lealtad en la fase de ejecución
7.6. La imposición de costas
8. Conclusiones