La organización territorial del Estado contemplada en la Constitución Española de 1978 ha experimentado desde su configuración inicial una importante evolución, tanto en su definición como en su real contenido. La reforma de los Estatutos de Autonomía de algunas de las Comunidades que accedieron a la autonomía por la vía del artículo 151 ha venido a consolidar un poco más este proceso, lo cual ha tenido lugar en medio del intenso debate abierto como consecuencia de la impugnación ante el Tribunal Constitucional del Estatuto Catalán.
La aprobación del Estatuto de Autonomía de Castilla y León constituyó todo un hito en este proceso. Por una parte profundiza notablemente en la capacidad de autogobierno de la Comunidad intentando respetar en todo momento la difusa línea de la constitucionalidad y por otra, constituye el paradigma del consenso, en la medida que no contó con ningún voto en contra en su tramitación ante las Cortes Generales.
A través de estos comentarios un nutrido grupo de especialistas proceden al análisis profundo de todo el articulado del Estatuto de Castilla y León dentro del citado contexto. Se trata, en consecuencia, de la primera obra de estas características que aborda el examen de un estatuto bajo el prisma de la reciente doctrina sentada por el Tribunal Constitucional a partir de la sentencia de 28 de junio de 2010, lo que hace que resulte un trabajo indispensable no sólo para conocer a fondo el contenido y alcance de esta reforma estatutaria, sino también para adentrarse en la real incidencia de los últimos pronunciamientos constitucionales en los recientes textos estatutarios.